martes, 14 de febrero de 2012

Eran dos tipos requeteguays...

Tras la entrevista ofrecida hoy por Los Desayunos de TVE, en la que una  "concentradísima" periodista entrevistaba a los sucesores de los queridos payasos de la tele, solo me viene a la cabeza una concatenación de palabras desde un mínimo de hijos de.. a  aparatosos martirios cercanos a los utilizados por la Inquisición. La muestra que han dado la pareja, de tener la panza agradecida pese a ofrecer su papel de discordantes por el que nos roban sus sueldos, no tiene parangón hasta la fecha. Ambos intrépidos buscan alcanzar la cima con el despropósito ideológico mayor concebido. A ello parecen estar dedicando sus carreras públicas. Mí memoria no recuerda más allá de cuando permitieron la creación de las E.T.T`s, con tímidas  manifestaciones en contra, a cuando empezaron a  permitir y consensuar E.R.E`s  de grandes empresas cargando gran parte del coste al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) en base a preacuerdos de recolocación de parte de los trabajadores despedidos (Ejem. Caso Sintel) que hoy en día aún no se han cumplido y cómo conclusión más de una década en la que mientras el trabajador ha ido perdiendo derechos ellos han ido ganando terreno en la administración y negocio (cursillos) de las oposiciones ofrecidas en el estado español.

Hoy han dado un paso más y han redefinido el concepto de huelga general. La clave parece focalizarse, en este nuevo concepto, en que la huelga general tiene que tener por condicionante el estado económico de un país,  alejando la focalización obrero-marxista que cae sobre las condiciones del trabajador. Ellos con sus narices coloradas y su repleto zurrón burgués no creen oportuno que la nueva reforma laboral sea digna de una contestación generalizada en las calles, ya que un país maltrecho como éste no puede permitírselo. Prefieren salir a pasear los domingos a regalar flores a los represores y bailar, si es posible incluso con ellos, al ritmo de batucada.
En esta nueva reforma laboral, en la que no sólo se abarata el despido sino que se reducen, por no decir se extraen, los derechos de los trabajadores, relativos a seguridad, localización del lugar de trabajo y salario mínimo, se termina por pulverizar lo poquito que decían estos paupérrimos payasos que  teníamos. Parece claro que estos "perritos" del capital no tienen que enfrentarse a las exigencias de un núcleo familiar, de un joven que empieza su carrera laboral sin ningún tipo de tenencia, aún sean unas miseras cuatro paredes, o algunos que deben afrontar los caramelitos envenenados que el capital les ofreció en forma de recibo de hipoteca. Son miles las situaciones en las que estos tipos "casi divinos"  no se verán envueltos. Por lo tanto que sabrán ellos si los condicionantes de una huelga general se formalizan teniendo en valor el estado de cuentas del estado capitalista-burgués español o más bien apreciando el estado deplorable en el que quedarán las relaciones de trabajo entre empresario y trabajador. 
Se nos sustraerá la seguridad laboral sin poder tener un mínimo de contrato fijado, se nos robará cuando nos despidan después de ya habernos explotado durante el ejercicio de nuestro trabajo, se nos engañara mientras nos dicen que sólo será un año en práctica y que luego pasaremos a un contrato completo dejando a un lado ese extenuante minijobs que de forma embarullada se ofrece como posible dentro de la reforma, pese a lo que diga la impresentable ministra de trabajo, pero algunas cosas no nos van a arrebatar. La primera de ellas es las ganas de luchar como se pueda y como sea contra ellos hasta que nos dejen de molestar, no nos quitaran la dignidad que nos ofrece el tener la razón de nuestra parte y por último no nos van a expoliar el futuro. El camino comienza ahora y no terminará hasta que logremos acabar con los parásitos, con los represores, con los explotadores y con los mandatarios. No podemos permitir que no sólo nos roben sino que también se rían en nuestra cara. Por todo ello la convocatoria de una huelga general queda corta, estamos llamados a una cita aún más importante; una Revolución.

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